Invaginación intestinal
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Invaginación intestinal
¿Qué es la invaginación intestinal?
La invaginación intestinal o también llamada intususcepción intestinal es una enfermedad que se produce como consecuencia de un repliegue de una parte del intestino sobre sí mismo, provocando de esta manera una obstrucción o semiobstrucción a ese nivel. La mayoría de los casos se ubica en el inicio del colon (intestino grueso). Aparece por lo general en niños menores de 1 año de edad.
¿Cuáles son los síntomas?
Tiene un inicio brusco, con dolor abdominal muy intenso provocando los siguientes síntomas en el bebé:
• Llanto
Llanto importante en el bebé. No se calma fácilmente y por el contrario va en aumento.
• Flexión de piernas
El bebé flexiona sus piernitas para disminuir su dolor.
• Vómitos y diarrea
También pueden aparecer vómitos y diarrea. A veces hemorragia digestiva con coloración de la materia fecal de color rojo intenso.
• Parálisis intestinal
En los casos de obstrucción intestinal no hay eliminación de gases ni de materia fecal. La mayoría de las veces no llega a conocerse la causa que lo provoca, pero en algunos casos es provocada por anomalías a nivel de la pared intestinal como quistes, pólipos, divertículos o hematomas (muchas veces asociado con el síndrome urémico hemolítico).
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico lo realiza el pediatra en base a un examen físico y a estudios complementarios como la ecografía y radiografía abdominal a realizarse con sustancias de contraste (enema de bario).
¿Cuál es el tratamiento?
En casi un 60% de los casos el mismo estudio radiológico que hace el diagnóstico, soluciona la enfermedad desinvaginando el intestino, sólo con el aumento de la presión dentro del intestino debido a la sustancia de contraste. De no solucionarse el problema con la enema de bario, el tratamiento es quirúrgico. Siempre debe permanecer internado en observación por lo menos por 48 horas. En caso de tratamiento quirúrgico, el alta se realiza una vez que el bebé normalice el tránsito de sus intestinos y se descarten complicaciones infecciosas.
En esta enfermedad es muy importante una consulta precoz ante la aparición de los síntomas. Cuanto antes se realice la consulta mayores son las probabilidades de no ser necesaria la intervención quirúrgica.
La invaginación intestinal o también llamada intususcepción intestinal es una enfermedad que se produce como consecuencia de un repliegue de una parte del intestino sobre sí mismo, provocando de esta manera una obstrucción o semiobstrucción a ese nivel. La mayoría de los casos se ubica en el inicio del colon (intestino grueso). Aparece por lo general en niños menores de 1 año de edad.
¿Cuáles son los síntomas?
Tiene un inicio brusco, con dolor abdominal muy intenso provocando los siguientes síntomas en el bebé:
• Llanto
Llanto importante en el bebé. No se calma fácilmente y por el contrario va en aumento.
• Flexión de piernas
El bebé flexiona sus piernitas para disminuir su dolor.
• Vómitos y diarrea
También pueden aparecer vómitos y diarrea. A veces hemorragia digestiva con coloración de la materia fecal de color rojo intenso.
• Parálisis intestinal
En los casos de obstrucción intestinal no hay eliminación de gases ni de materia fecal. La mayoría de las veces no llega a conocerse la causa que lo provoca, pero en algunos casos es provocada por anomalías a nivel de la pared intestinal como quistes, pólipos, divertículos o hematomas (muchas veces asociado con el síndrome urémico hemolítico).
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico lo realiza el pediatra en base a un examen físico y a estudios complementarios como la ecografía y radiografía abdominal a realizarse con sustancias de contraste (enema de bario).
¿Cuál es el tratamiento?
En casi un 60% de los casos el mismo estudio radiológico que hace el diagnóstico, soluciona la enfermedad desinvaginando el intestino, sólo con el aumento de la presión dentro del intestino debido a la sustancia de contraste. De no solucionarse el problema con la enema de bario, el tratamiento es quirúrgico. Siempre debe permanecer internado en observación por lo menos por 48 horas. En caso de tratamiento quirúrgico, el alta se realiza una vez que el bebé normalice el tránsito de sus intestinos y se descarten complicaciones infecciosas.
En esta enfermedad es muy importante una consulta precoz ante la aparición de los síntomas. Cuanto antes se realice la consulta mayores son las probabilidades de no ser necesaria la intervención quirúrgica.
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