Bruxismo: Rechinamiento dentario
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Bruxismo: Rechinamiento dentario
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es el hábito de apretar y rechinar entre sí los dientes de forma conciente o inconciente.
En la mayoría de los casos, el bruxismo se produce por desarmonías entre las piezas dentarias y el estrés. Es muy frecuente que el ritmo de vida actual produzca desadaptaciones a los continuos cambios originando estrés con sus conocidos síntomas: irritación, nerviosismo, ansiedad, contracturas cervicales, dolor de cabeza persistente, de poca intensidad, pero permanente y muy molesto.
Generalmente se oprimen ambos maxilares durante el sueño, en forma inconciente e involuntaria debido a una hiperactividad de los músculos que intervienen en la masticación, maseteros y temporales principalmente, lo que ocasiona contacto entre la piezas dentales y en consecuencia desgaste.
¿Cuáles pueden ser las complicaciones?
Como consecuencia de la pérdida de tejido dentario, los músculos que intervienen en la masticación comienzan a trabajar a una distancia distinta de aquella que genéticamente están preparados para hacerlo. El resultado es una dolorosa contractura muscular en la cara y en la zona de la articulación, delante de los oídos. Incluso hay pacientes que relatan dolor al peinarse, porque los musculos de la parte superior de la cabeza también pueden estar contracturados. Este tipo de patología se conoce como disfunción témporo mandibular y es producto del bruxismo. Además de generar desgaste y deterioro dental puede producir enfermedades en las encías, como hemorragia o retracción de las mismas.
¿Mi hijo puede bruxar?
Sí, en general los niños pueden comenzar a bruxar luego de terminada la dentición, es decir a partir de los 2 años, pero hay casos de niños que bruxan antes de esta etapa. Se identifica ya que producen ruidos nocturnos.
En la mayoría de los casos se trata de un hábito de desarrollo que con el tiempo desaparece.
Es destacable que no se encuentran diferencias estadísticas en la prevalencia del bruxismo en uno u otro sexo, tanto en niños como en adultos.
¿Cuáles son los síntomas?
Ante la falta de armonía en el trabajo muscular la primera manifestación es dental: dientes desgastados, con facetas pulidas en zonas puntuales, generalmente en el sector anterior e inferior. Posteriormente al desgaste, si no hay tratamiento, sigue avanzando hasta comprometer la articulación que permite el movimiento entre el maxilar superior y la mandíbula, con posterior compromiso de la zona de los oídos, produciendo dolores irradiados a dicha región. En los infantes el rozamiento dentario produce ruidos que duran entre 5 y 15 segundos, en general durante el sueño. No debe preocupar a no ser que dure más tiempo. También en los niños produce dolores de los músculos faciales, dolor de cabeza e incluso alteraciones del sueño, generando irritación, nerviosismo y llanto.
¿Qué debo hacer si mi hijo rechina los dientes?
Como primera medida es aconsejable que asista a su pediatra para descarta cualquier problema de orden general, principalmente las parasitosis (oxiurasis) popularmente asociadas al rechinamiento dentario en la infancia.
Descartado esto, concurre al odontopediatra para determinar el tratamiento odontológico a aplicar que puede variar en duración, de acuerdo al problema. Recuerda que siempre es importante antes de realizar cualquier tratamiento de ortopedia u ortodoncia, solucionar cualquier tipo de disfunciones generadas por el bruxismo.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento inmediato para evitar el deterioro dentario es la confección de un placa de descanso o placa de relajación neuromuscular, realizada por el odontólogo en acrílicos dediferentes espesores. Esto frena inmediatamente el avance de la lesión y los dolores de mandíbula, cabeza y oídos. En general este tipo de tratamiento reacciona favorablemente, pero si no es suficiente puede combinarse con kinesiología y técnicas de relajación.
En el casos de las parasitosis (oxiurasis) el tratamiento es medicamentoso, en este caso consulta al pediatra ya que existen muchos drogas para tratar la infección.
De todas formas, en la gran mayoría de los casos este tipo de patología tiene un sustento psicológico que puede generarse debido a cambios en la vida cotidiana del pequeño como mudanzas, nueva guardería, nacimiento de un nuevo hermanito, separación de los padres, entre otras situaciones de estrés. Si este fuera el caso es importante tener en cuenta su estado emocional y bajar su nivel de estrés y nerviosismo. Para esto asegúrate de que el niño no realice ejercicios extenuantes, ni ver televisión, sobre todo programas violentos antes de ir a dormir. Procura siempre de tener un ambiente tranquilo antes de acostarlo. También puede ayudar un baño relajante antes de ir a la cama y si rechina los dientes mientras está recostado, cambiarlo de posición. En todos los casos es oportuno considerar la posibilidad de psicoterapia.
El bruxismo es el hábito de apretar y rechinar entre sí los dientes de forma conciente o inconciente.
En la mayoría de los casos, el bruxismo se produce por desarmonías entre las piezas dentarias y el estrés. Es muy frecuente que el ritmo de vida actual produzca desadaptaciones a los continuos cambios originando estrés con sus conocidos síntomas: irritación, nerviosismo, ansiedad, contracturas cervicales, dolor de cabeza persistente, de poca intensidad, pero permanente y muy molesto.
Generalmente se oprimen ambos maxilares durante el sueño, en forma inconciente e involuntaria debido a una hiperactividad de los músculos que intervienen en la masticación, maseteros y temporales principalmente, lo que ocasiona contacto entre la piezas dentales y en consecuencia desgaste.
¿Cuáles pueden ser las complicaciones?
Como consecuencia de la pérdida de tejido dentario, los músculos que intervienen en la masticación comienzan a trabajar a una distancia distinta de aquella que genéticamente están preparados para hacerlo. El resultado es una dolorosa contractura muscular en la cara y en la zona de la articulación, delante de los oídos. Incluso hay pacientes que relatan dolor al peinarse, porque los musculos de la parte superior de la cabeza también pueden estar contracturados. Este tipo de patología se conoce como disfunción témporo mandibular y es producto del bruxismo. Además de generar desgaste y deterioro dental puede producir enfermedades en las encías, como hemorragia o retracción de las mismas.
¿Mi hijo puede bruxar?
Sí, en general los niños pueden comenzar a bruxar luego de terminada la dentición, es decir a partir de los 2 años, pero hay casos de niños que bruxan antes de esta etapa. Se identifica ya que producen ruidos nocturnos.
En la mayoría de los casos se trata de un hábito de desarrollo que con el tiempo desaparece.
Es destacable que no se encuentran diferencias estadísticas en la prevalencia del bruxismo en uno u otro sexo, tanto en niños como en adultos.
¿Cuáles son los síntomas?
Ante la falta de armonía en el trabajo muscular la primera manifestación es dental: dientes desgastados, con facetas pulidas en zonas puntuales, generalmente en el sector anterior e inferior. Posteriormente al desgaste, si no hay tratamiento, sigue avanzando hasta comprometer la articulación que permite el movimiento entre el maxilar superior y la mandíbula, con posterior compromiso de la zona de los oídos, produciendo dolores irradiados a dicha región. En los infantes el rozamiento dentario produce ruidos que duran entre 5 y 15 segundos, en general durante el sueño. No debe preocupar a no ser que dure más tiempo. También en los niños produce dolores de los músculos faciales, dolor de cabeza e incluso alteraciones del sueño, generando irritación, nerviosismo y llanto.
¿Qué debo hacer si mi hijo rechina los dientes?
Como primera medida es aconsejable que asista a su pediatra para descarta cualquier problema de orden general, principalmente las parasitosis (oxiurasis) popularmente asociadas al rechinamiento dentario en la infancia.
Descartado esto, concurre al odontopediatra para determinar el tratamiento odontológico a aplicar que puede variar en duración, de acuerdo al problema. Recuerda que siempre es importante antes de realizar cualquier tratamiento de ortopedia u ortodoncia, solucionar cualquier tipo de disfunciones generadas por el bruxismo.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento inmediato para evitar el deterioro dentario es la confección de un placa de descanso o placa de relajación neuromuscular, realizada por el odontólogo en acrílicos dediferentes espesores. Esto frena inmediatamente el avance de la lesión y los dolores de mandíbula, cabeza y oídos. En general este tipo de tratamiento reacciona favorablemente, pero si no es suficiente puede combinarse con kinesiología y técnicas de relajación.
En el casos de las parasitosis (oxiurasis) el tratamiento es medicamentoso, en este caso consulta al pediatra ya que existen muchos drogas para tratar la infección.
De todas formas, en la gran mayoría de los casos este tipo de patología tiene un sustento psicológico que puede generarse debido a cambios en la vida cotidiana del pequeño como mudanzas, nueva guardería, nacimiento de un nuevo hermanito, separación de los padres, entre otras situaciones de estrés. Si este fuera el caso es importante tener en cuenta su estado emocional y bajar su nivel de estrés y nerviosismo. Para esto asegúrate de que el niño no realice ejercicios extenuantes, ni ver televisión, sobre todo programas violentos antes de ir a dormir. Procura siempre de tener un ambiente tranquilo antes de acostarlo. También puede ayudar un baño relajante antes de ir a la cama y si rechina los dientes mientras está recostado, cambiarlo de posición. En todos los casos es oportuno considerar la posibilidad de psicoterapia.
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