Dermatitis atópica

Es habitual, sobre todo cuando comienza el clima frío, que el bebé tenga sus mejillas enrojecidas e irritadas. En muchas ocasiones esta situación obedece a una reacción de sensibilidad de la piel en niños genéticamente predispuestos, que junto a otros factores determinan la llamada dermatitis atópica.
¿Qué es la dermatitis atópica?


La dermatitis atópica, o también conocida como eccema atópico, es una de las reacciones que con frecuencia se observan en la piel de los niños y que se caracteriza por presentar inflamación, enrojecimiento, descamación y costras, que en los lactantes, se localizan con preferencia en cara (frente y mejillas), cuero cabelludo, zona del pañal, brazos y piernas.
Es característico que estos bebés presenten piel seca y picazón muy importantes, la que se manifiesta por la tendencia al rascado, por que se despierta con frecuencia durante la noche y se encuentra irritable.
Aproximadamente en el 80% de los casos, este cuadro aparece cuando existen antecedentes de alergia en la familia, por ejemplo la mamá o el papá ha tenido o tiene asma, dermatitis, rinitis alérgica o urticaria, y por lo tanto el bebé hereda esa susceptibilidad alérgica.
¿Cuándo debo consultar al médico?


Debes consultar al médico cuando observes en le bebé los siguientes signos:
• Los antecedentes familiares


Los papás tienen antecedentes de alergia.
• Las paspaduras


Tiene las mejillas y la cola paspadas en forma persistente.
• La picazón


Tiene tendencia a rascarse, al quitarle la ropita.
• El cambio de humor


Está irritable y no duerme bien.
• La piel


Tiene la piel muy seca.
¿Qué factores empeoran la piel del bebé?


Estos factores empeoran la piel del bebé:
• El clima


Generalmente el de invierno.
• La ropa


De lana o sintética.
• La transpiración


Ya que aumenta la picazón.
• Elementos de higiene


El uso de jabones comunes, espumas y baños muy prolongados.
• Perfumería


El uso de perfumes y cremas perfumadas.
¿Cómo puedo ayudar a mi bebé?


No se puede prevenir el desarrollo de esta condición dado que está determinada genéticamente, pero como la evolución de la misma pasa por períodos de calma y de exacerbaciones, puedes ayudar al bebé evitando todos aquellos factores que precipiten o aceleren la aparición del brote. Estas son algunas de las cosas que debes tener en cuenta:
• Uso de ropa de algodón


Evita el contacto con ropa de lana, es mejor que elijas ropa de algodón.
• Ambiente templado


El ambiente donde duerme el bebé no debería ser ni demasiado caluroso, dado que aumentaría la sudoración, ni tampoco demasiado frío. Además es conveniente ventilarlo regularmente.
• Ropa bien enjuagada


Es conveniente lavar aparte la ropa del bebé con precaución, enjuagarla muy bien para que no queden restos de jabón y sin utilizar suavizantes.
• Baño con jabones especiales


Se aconsejan baños breves con los llamados "jabón sin jabón" o Syndets, por que no contienen irritantes como los jabones comunes.
• Uso de cremas eseciales


Luego del baño, sécalo suave y rápidamente, y aplícale cremas o lociones que hidraten y lubriquen la piel. Son útiles aquellas que no contienen perfumes ni sustancias irritantes. Muy conocido es que algunas sustancias naturales, como la avena, alivian la picazón que suelen presentar estos niños.
• Evitar perfumarlo


No apliques perfumes sobre la piel del bebé.
• Manicuría


Manténlo con las uñas cortas, para evitar las lesiones por el rascado y la infección de las mismas.
¿Qué debo hacer si el bebé no mejora?


En este caso debes consultar con su médico. Los tratamientos tópicos incluyen el uso de baños y lociones antipruriginosas (evitan la picazón), cremas con corticoides y, en algunos casos, cremas o ungüentos con antibióticos. También, si así se requiere, pueden indicarse medicamentos por vía oral. Recuerda que ante la menor duda debes consultar al especialista, quien te guiará e indicará el tratamiento adecuado.